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Antonia Pilar Villaescusa Rius

 
MI VESTIDO BLANCO...
 
Si, apareciste en aquella hora
quieta de la noche
entre los pliegues de mi vestido blanco,
buscando mi piel morena
siguiendo con tus dedos las costuras
de mi corazón encendido.
Te sorprendí en medio de un caudal de fuego
bajo un alud de caricias incesantes
a plena luz de la luna y con el viento en calma.
Y fui presa de aquellos instantes
donde había pura magia
por los poros de mi cuerpo ya cansado...
Y no me rebelé, porque, lo necesitaba tanto...
Y así, con aquella calma del momento
dejé que tus dedos siguieran explorando
siguiendo una por una
las costuras de mi vestido blanco.
 
IDEAS PARA HACER ESTE LUNES:
 
Caminata por tu barrio.
Descubrir pisos de tu barrio.
Encontrarte por la calle con la misma gente.
Dormir.
Volver a dormir.
Pensar hasta que la cabeza reviente.
Ordenar la misma ropa de siempre,
Contemplar las plantas para ver si han sacado hoja nueva.
Leer.
Leer.
Leer.
Escribir sin inspiración.
Escribir para hacer algo.
Escribir por obligación.
Comer.
Comer.
Comer.
Contemplar el paisaje de siempre.
Depilarte.
Limpiar sobre lo limpio.
Ponerte en los fogones.
!Ah! se me olvidaba,
hacer paso rápido por el parque cercano, el mismo de siempre.
BUENO, MEJOR NO SER TAN INGRATA, porque pensándolo bien, hay una montón de apuestas para hacer grato ese lunes encarcelado.
 
A VECES.
(Inspirada en versos de Mon Pierrá Orozco.)
 
A veces eres como un sueño
un delirio permanente
porque te tengo y no te tengo
porque te siento y tú,
nunca estás conmigo,
porque te oigo y sé, que vives
a miles de kilómetros de distancia
kilómetros, que no me traen ni tu olor ni tu perfume...
A veces, sé que me miras
a través de esta pantalla
pero yo no veo tu mirada...
A veces, eres como un baño de espuma
blanca y ondulante
suave y áspera
húmeda y reseca
y te deshaces en mis manos como la fría nieve
y te escurres de mis dedos
como el agua gélida del invierno.
A veces, te acurrucas en mi cama
y te siento,
y te creces entre los pliegues de mi piel madura
pero yo palpo la almohada
y nadie encuentro en ella
y es que estás metido en mis sueños más profundos
en mis deseos más locos por tenerte junto a mí.
Y descalzo mis pies
y los visto de nuevo
y cubro mi desnudez
y la descubro una y otra vez...
Y así, en ese huracán de sentimientos
me voy volviendo poco a poco loca.
A veces pienso,
y otras me niego hacerlo
porque te siento, pero nunca te encuentro
ni en mi mesa, ni en mi cama
ni en el papel que ahora escribo...
Y a veces, me harto de llorar
como ahora mismo estoy llorando por ti...
A veces, quisiera morirme contigo.
 
A TU LADO
 
Dejemos que la tarde transcurra sin prisas
aquí, en ese rincón, lejos del mundo
de la gente, del ruido,
de todo lo que entorpece mi pensamiento hacia ti...
Solo quiero unas horas de felicidad contigo,
con el hermoso vuelo de tu parpadeo
recitando en tus oídos
entre susurros
verte a mi lado conmovido
besándonos hasta el amanecer...
Siempre hay un desierto de flores
en medio de las tristezas del mundo
y en esa hora cálida de la tarde
yo solo pido quererte
y soñar rosas y mares de ilusión
aunque lo que nos rodea
sea amargo y agreste...
En ese rincón del mundo
quiero olvidarme de todo
del viento húmedo de levante
de la noche fría
de la hierba temblorosa
de la despereza y de la angustia;
ese ocaso del día,
quiero envolverlo todo de color y alegría,
en ese rincón del mundo
donde solo estamos tú y yo
amándonos sin prisas...

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