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Alfredo J. Ramos

 
LA PROCRASTINACIÓN NUNCA VIENE SOLA
No se la dejes hacer para Dios hoy dé a quien se la puedas lo que San Pedro bendiga mañana.
 
(¿Quién dijo que un soneto no puede ir más allá del estricto parangón del soneto sin salir de su ser soneto? Este “Ritmo interno” que hoy me recuerda FB trataba de explorar la “circulación sanguínea”, por así decir, de la estrofa y ver si aún mantiene un buen estado de salud. Quizás podría y hasta debería buscarse otro nombre, pero a mi entender es mejor mantener la nomenclatura clásica y ampliar la comprensión de su tesitura, sus posibilidades. Poderoso caballero es el soneto. Aún soportará muchas batallas.)
 
RITMO INTERNO
 
Escucho, atento, por si suena el eco
de lo que apenas pienso, mientras crece,
con la memoria de la nieve, el rastro
de una palabra en el ocaso. Brilla,
alrededores de la isla, el último
reflejo que en el humo se deshace
y traza en este aparte una frontera
que a la vida en su pena no redime
pero pone a la esfinge su diadema
y rompe el cerco de la arena y nombra
en estas raras cosas un asombro
que ve, detrás del ojo enajenado,
un testigo que al borde de sí mismo
es el puro reflejo del abismo.
 
Non serviam (4)
 
(Tour de force, c’est à dire...)
Esto es un tour de force, no sé si vano.
Su fuerza me sorprende y se me impone.
Soy sólo un maniquí. Hasta Al Capone
aquí se rilaría. Hay un lejano
viento que mueve sin cesar la página
y que al trasluz, como quien mira un álbum
de transparencias, ilumina el álbum
de ecos doblados de mi vida. Página
a página, de voz en voz, urgido
por el obscuro signo de lo incierto
y lo sólo aludido y lo escondido,
cruzo de nuevo el muro, busco el cierto
refugio que me da siempre el sonido
y vuelvo a caminar por el desierto.
 
 
(Un “soneto non serviam” traducido en versión pentavocálica numérica y, en la imagen, el original. Es un placer dedicarle esta edición a mi nuevo amigo el poeta sevillano Tobias Campos Fernandez (tildes aparte, sus apellidos son los mismos de mi madre Xenerosa), de tan poderosa intuición.)
 
Non serviam (5)
 
Y 1l v2r tan complicada la manera
de seguir en el día a d31 el ritmo
de las v4c2s que van hacia el abismo
indefectiblemente, sea o no s21
el m1r el que las une y las enreda
en su 4l21j2 astral, asumo el signo
del caedizo rumbo y s5 designio
cruzado ante mi b4c1. En esa idea,
son 2st4s mecanismos voladores,
sus giros no s1b3d4s, sus rastreos
de linces al caer la t1rd2 en sombras,
el mágico t5rb14n al que se acogen,
como g1n1d1s por la fuerza en celo
de la verdad, m3s 1lm1s m1s r2m4t1s.
 
 
DADO MAPA TRAVESÍA BRÚJULA
 
Largas distancias para llegar a alguien.
Distancias para alguien a llegar largas.
Para distancias largas a alguien llegar.
Llegar largas a alguien distancias para.
A distancias largas para alguien llegar.
Alguien para llegar a largas distancias.
 
PÁJAROS DE VERDAD
 
Es leído este mirlo. Pero canta
de verdad. Qué milagro. La poesía
es hacer que suceda todavía
lo que vuela en el tiempo y nos alcanza
en este mismo instante con su lanza
de luz que no se agota en la porfía
de las horas. La sombra que nos guía
en la cueva interior. Quieta mudanza
que en su contradicción dice lo exacto
que podemos oír sin que se rompa
al sonar el sentido verdadero
de la verdad más honda. Es ese pacto
del saber y el sentir la mejor compa-
ración posible del vacío entero.
 
POEMA Y DADO (una LUN para ULláN)
 
Ullán —no huyan— vino
para quedarse con
todos nosotros
y a fe, con esperanza,
que lo hizo:
¿Manda su Caridad
alguna cosa?
En aquel tiempo aún era
este país de todos los antruejos
un corral de cabras
—tal vez lo siga siendo—
y Ullán (¡pero no huyan, coño!)
quiso darle la vuelta
como al león aquel de Francis Ponge.
Hay una, dos, tres o cuatro
Frases que aún se ondulan
al vernos pasar página
y algunos tatuajes se revelan
escritura divina entre las ingles del inglés.
Más que ocurrencias.
Ullán —no huyan— guarda algún secreto:
lleva toda la vida descubrirlo.
Expectantes partículas de un poema mudo.
Partículas expectantes de un mudo poema.
De un mudo poema partículas expectantes.
Un poema de expectantes partículas mudo.
Poema de un mudo expectantes partículas.
Mudo de partículas expectantes un poema.
(LUN, 579 ~ En el 78º cumpleaños de J.-M. Ullán, 1944-2009)
 
TOPÓNIMOS Y TIPOS
 
La Hita, Los Narejos, Las Palmeras,
El Espejo, Manzanares,
Carrión, La Concha.
Unos 5 km.
Hoy bajan los nombres (gracias al ángel que acompaña a Tobias) y puedo contemplar la venida del mar a mis adentros.
Marea en forma de última novela. Sueños enredados en los pies como algas. Este ritmo. El relato. La percusión del fondo.
Debe de ser que ya nos ronda —dulzón, vidrioso, esférico— el fantasma relojero de Jalogüín.
 
OS OJOS DE LA NOCHE (pintadas)
 
Pues todo está ya escrito.
Pues todo esta ya ha escrito.
Puesto do está ya es Cristo.
Puesto detesta y es rito.
Pues todo este ay ya es grito.
Pues todo estalla escrito.
 
HACIA LA NOCHE
 
No está en mi mano, aunque mi mano sea
la que traduce lo que mi alma busca:
es el dibujo de la luz, el ritmo
de la respiración, la sed que el sueño,
con su puerta cerrada, no consigue
que se aplaque: el viento que no cesa
ni se rompe en los viejos farallones
de la imaginación. Sólo el desierto,
su extensión más real que su materia,
su palabra que cubre lo impensable,
puede seguir el rastro de esta fuga.
El ser-para-la-muerte está tan vivo
y tiene tanta sal en sus heridas
que ha de brillar hasta el fin de los tiempos.
 
VIEJA CONSEJA
 
El sueño de la razón, ah…
El suelo de la razón, eh..
El vuelo de la razón, hi…
El velo de la razón, oh…
El hielo de la razón, uh…
El duelo de la razón, ay…
… produce monstruos.
… produce fango.
… produce estelas.
… produce sombras.
… produce frio.
… produce llanto.
 
TIEMPOS MODELNOS
 
No SE VE CLARo EL LIKE.
SE VE CLARo EL LIKE No
VE LIKE EL SE No CLARo.
CLARo No LIKE EL SE VE.
EL No LIKE SE VE CLARo.
LIKE CLARo EL No SE VE.
 
LEÍ MIEL
 
Era sólo una palabra muy dulce.
Sólo muy dulce era una palabra.
Una palabra muy sólo dulce era.
Palabra dulce muy era una sólo.
Muy dulce palabra sólo era una.
Dulce era una palabra sólo muy.
 
REVERBERACIÓN
 
El eco que el pensamiento
desliza por mi memoria
es, en el fondo, la historia
de un puro estremecimiento.
Saberse contar el cuento
que concluye con la euforia
del final: esa es la gloria.
Lo demás lo escribe el viento.
Porque en el fijo quietismo
donde veo reflejada,
fugaz y real, mi vida,
sólo escapa del abismo
de la muerte y de la nada
la sed, que jamás se olvida.
(Nunca esa sed fue saciada).
 

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