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Beatriz Martín

 

 

YO NO SOY POETA.
No soy poeta,
pero se rimar
con acierto espero
esta poesía que rema
hacia adelante
de mis letras,
y que olvidan
las noches que lloran
y el vació en las sombras
de la luna mengua el sol
con su salitre pendenciero.
 
No soy poeta,
lo digo y lo repito
pero escribo este ripio
con mucho acierto y es
que me riman palabras;
frases hechas,
gemas hinchadas
y el pelo fino de mi
lápiz salpica palabras,
negras en lo alto de
una acera sin luces
a lo lejos y es que
esta presa, presa
de un calvario de prudencia
a pesar de que su
poesía no llega
pues la critica aconseja
tomárselo con mas
calma y arrimemos
las espadas a este triste
final.
 
No soy poeta,
pero remo con dos
anclas y espero no tener
que aclarar mis poesías
pues tengo aire de ultramar.
En el costado de mis
días como finjo
escribir en el aullido
de mi ángel cuando sale
la noche al vergel de mi
cama que escudriña
el día amaneciendo
en mis palabras.
Yo no soy poeta
pero rimo con astucia
del que se cree
sus propias mentiras
que de piadosas
se rima con aire
de delantal apacible
de esta poesía
libre.
 
TRAMPOLÍN.
 
Traemos temperas
de fuego verde el sentimiento,
roza la sal que llevo
siempre servida
y posesa con mi corazón,
esta brotando dormido en seca tierra
la explanada abandonada
donde le traje con su cabaña de madera
y tierra lo limpio, lo recojo
con verdes hojas.
 
la niña del ayer se convierte
en el hoy y resplandece como cierro
mis labios al desamor que tu me has dado,
siento mi mentir el bigote blanco,
el hombre con sombrero,
la pajarilla negra,
el contento de mis letras
cuando te escriben,
en un epígrafe del corazón arcilla.
 
Tengo el viento
a mi favor,
el cielo se camufla con cigalas
de constelaciones negras
y las figuras se hacen fuertes y fecundas,
las lunas lloran esta noche
de ausencias pardas.
 
23. .TRISTEZA ERRANTE.
 
Ojos negros.
Viento fresco,
acaricio tu fresco porvenir
en las sombras
de antes.
Cae la noche
tiembla el día,
y la furia de un nuevo
enigma de su palabra
muerta y a veces renacida.
Porque te he querido
al aire de la noche
a la vespertina mañana,
clandestina e insignificante.
Hora de dar a luz
a mi camino de ayer,
entre el fuego de la noche
y el desierto a veces del día
tengo la sed que me hace falta
sin dudarlo.
Caigo marchando,
de las luces de mi alcoba
de años y el amor
se disipa como puentes de viento,
luce el sol que lamento
dentro de este vendaval
que silencio.
 
SACAME LA TINTA APARENTE.
 
Escribo tu nombre,
con aire de libro
y el ramillete lo escribió don libro.
Las palabras omiten mi canción
parpadeo una emoción,
sincope de mi experiencia
palabra de inocencia,
ruge la salvación
de unas letras en mal estado ,
símbolos simbólicos
lunas de noche
y el parpadeo de las olas del mar,
se acaba donde empezó el sol
el naufragio de un ala.
Tengo el tiempo
perdido y congratulado
en dos palabras baratas,
sensatas, confiscadas,
de terrenos pantanosos
de mi niñez agazapadas por la verdad
el viento se achico
en el olivo verde
mar.
 
el rio circula por mis venas,
que escriben mi nombre
en verso y en prosa el tuyo.
El cerebro me resucito.
El enebro hizo una canción
La luna enebro mi palabra
en cimas de viento
y sentencias de emoción
emociones fuertes
amor.
 
MENGUA LA LUNA.
 
Anillos verde mar,
crucifijo inverso
noches de luna.
Romancero secreto.
¿Por qué de veras versas el tiempo?
¿Por qué la noche es mas vieja que el día?.
Amanece en el desierto
en noches de luna,
en semáforos en rojo
en papeles de sofocos
y yo verso para ti amor
con mis ojos.
 
El negro verde epitafio
que rezo el olvido,
el señor viento me negó enemigo
el camión de mi bienestar.
El papel de mis noches
el sacar el mar de mis días.
 
La ola ruge en el azul
de tu mirada y olisqueando
el verde trigal de mi obispo,
el sueño entero
de mi secreto .
La palabra del verdadero
sendero de mi mirada alterna.
Con su centro
en ruego y en presencia perpetua,
la noche es mi enemigo
y el día se porto mal
con la sonrisa de escarola al viento
caída de parpados.
 
LUNAS MENGUAN.
 
Agua,
el viento juega
entre sabanas de fuego
intenso, me baña con su soledad,
pero el tiempo piensa
que dormir es un sueño.
 
Llego la hora de despertar
el corazón es sincero,
la luna no tiembla más cuando te digo
te quiero y no te puedo olvidar,
cuando te digo dichosa
de este verso nomas,
el tiempo recorre caminos
que no podemos contar
la vida no tiene testigos
la muerte es un hecho nomás.
 
El viento ruge fuerte
mi pelo se riza alegre
con vítores de fuego,
y mis pecas arden
en temperas de silencio
y mis ojos mueren
en el invierno,
obtuso como tu camino
obtuso como mi destino
en estas sentencias con libros.
Y te diré dichosa
no quiero mas caminos
que tenerte con otra
escrita en papel chino.
De tenerte dichosa
ensangrentada y sacándome la tinta
que parece estar dormida
esta noche sin igual,
esta noche sin final,
mi firma es mi nombre.
Te tengo en una hoja de papel
amarillo.
 
Duermevela como los niños
que corren sin poder contestar
-criterios-.
 
ME TIRO PIEDRAS A MI PROPIO TEJADO.
 
La claridad
de la vida,
se mezcla con la sangre de la noche
y bebo en mi mecedora de tela,
la albergo sin dudarlo
me quedo quieta,
ronroneo un espacio,
germino vientos
y tempestades indómitas.
 
Vomito estrofas
en sillas giratorias.
En lunares sin rostro.
En caras sin ojos.
En vientos de marea.
 
Sueño en tu casa
verde y el verde mar
se apalea con las olas,
el tocar el viento
el sentir el tiempo
la noche de luna roja,
la cascada negra
mi fiereza en la mirada
y el compás de este poema
que me trae al mas pintado
a la hoguera de mil noches
en blanco.
 
SUEÑO REAL.
 
Andar.
Velar.
Adornar.
Sentir.
Hogar
jugar a las bestias,
que se esconden de noche.
Un rugir de vientres.
Una desolación.
Escribo,
nado, remo, hacia un amor
imposible,
sea posible con su astucia
principesca el verso cae el alma vuela
y ruega a la primera estrofa,
la segunda apuesta,
el sentido tiene algo vertical
de mi pasión,
y el olvido de mis símbolos
son la resurrección de la aurora.
Calma aparente
verso el de enfrente
la calle asoma aceras
hirientes.
Las personas agazapadas
en antorchas sin alma.
Luces negras velan la noche,
tirados el suelo pavimenta
una casa de ladrillos rojos
mientras la ventisca
la olvida.
 
CÁLIZ.
 
Me sumerjo
en las lagrimas de tus ojos,
dedico versos
al gotero de mi decepción.
Escribo en prosa
mas quiero escribir en verso,
apago mi corazón
a las montañas de un amor
consumado.
La niña que escribe de lado,
el verso que no se dice
porque callo velado,
en fuego de mi enviste.
La gloria la ha perfumado
en presencia de mi furia,
el verdor solo ha chocado
con la paciencia de la luna.
Te tengo en negro
en gris te decoro el pelo,
te escribo versos decorados
en tiempos de ahora.
Me siento
Me levanto
Me acicalo
y te digo que te amo.
Dulce luz de averno.
 
.AZUL CIELO.
 
El zumbido
de los coches
el apeadero del silencio.
El terreno pantanoso
donde fue a parar el credo.
El germinar de un verso
que se muerde la lengua,
y que vela las noches blancas
en negra espera.
El tiempo
pasa a contrapelo
el busca a su dueño,
en sabanas de ausencia.
El terreno es semiconductor
de mi electricidad,
es el liquido amníotico
mi pereza por salvarme.
La pasión de un enjambre
de versos apagados,
apagan mi sed
tiran mis paredes
y mis limites cantan
esta noche de luna,
cuando todo duerme
menos mi mirada.
 
ABISMO DE LUZ.
 
Yo me aflijo,
recreo mi noche
con soldados de niños.
El rio suena
cerca de mi dormitorio.
Los arboles parecieran meterse
en mi habitación.
La noche es gris
y mi poesía fluye por los cuatro costados
de mi vida.
 
No obstante sigo escribiendo
sigo pensando y olvidando
el rencor de mis letras de antaño,
cuando solo era una dama vieja
pero cerca esta mi ataúd cuadrado,
como mi verso atravesando este olvido
lleno de rosas rojas.
 
Tengo poco que decir
escribo para la audiencia que me lee
a partir de mi experiencia,
pero puede que tenga poco que decir,
el señor viento se llevo mis labios
finos el grosor de los míos enmudecieron al aire
el serpenteo de las olas del mar.
El tintineo de las estrellas
que se fijan en mi salvación
cae la noche como un telón de acero
y por fortuna la vi.
 
 
SOLLOZO.
 
Sollozo
mi aura.
Sollozo
la luna.
Sollozo
el silencio.
Sollozo
mi lamento.
Sollozo
en la pradera verde
y el verde mar me alimenta.
Sollozo
los dos testigos
son parte de mi guerra.
Sollozo
en el mar del norte
y en el sur se va a cuestas.
Sollozo
como dos cantores
que no tienen canto por montera.
Sollozo
en una línea
de verso y apago mi sed de guerra.
Sollozo
en un trozo de papel mojado
y aguado por tanta ciencia.
Sollozo
en mi pesebre de niña
criada con especias
en esencia grata niña
que chupa su biberón como una daga
de luna en verso,
de verso en luna.
Sollozo
y no paro de sollozar
porque esta escrito
mis ojos en esta estrella de mar
porque esta escribo
mi sollozo y no lo puedo olvidar.
Sollozo
en la recamara
de este barco que va a zarpar.
Sollozo.
 
NOCHE.
 
Has caído.
Has bailado
y no te han nombrado.
Pues tienes
aire de pensamiento
dulce caminas,
en las ramas
que se revuelven
en tu alma joven
caminante.
 
Has caído
y te has levantado
has empezado
ha creer en un
mudo de colores.
Que se mezclan
con pinceles extraños.
Donde el capitulo
debe cerrarse al
símbolo erigido
de mi voluntad.
 
Has caído.
Has soñado
en el olvidar
de un vientre
que acuna tu
partitura de mi
escrito tinta negra.
Verso de plata
y tiempo de espera
donde la luna
blanca nos sorprende
con tu olvidado
versar en tu silencio.
Noche.
 
MADRUGADA.
 
Cae la gota.
Cae la noche.
Cae el sentimiento
desbordante de las horas muertas,
mi alma pernocta
como el día,
el sueño se olvida de una
se mezcla con algarabía
el tiempo esta seco
como mis ojos
aplacando la sed
de ti.
Amparando las horas
en las que no estamos,
pero el cielo
tiene nombre
pero el cielo
versa pronto
y el infierno frena en seco
la llovizna del ahora,
en fresco sudor
el aroma de la noche oscura
y el fresco sabor
a tierra limpia
lo inunda todo
el desplante de mi rubor
a contratiempo
de la noche
externa a ti.

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